5 SEÑALES QUE DEMUESTRAN QUE TE ESTÁN MANIPULANDO PSICOLÓGICAMENTE

Lo más dañino del maltrato psicológico es que, cómo no se trata de maltrato físico, es muy difícil de detectar. El daño que produce no deja señales o marcas en el cuerpo que luego sanan con el tiempo. Deja profundas heridas en el alma que luego difícilmente pueden cerrarse para siempre.

Sientes que algo no funciona bien en tu pareja. Te sientes inquieta o nerviosa cada vez que llega a casa o quedas con él, tranquilidad (y alivio) cuando se marcha. Estás muy pendiente de todo lo que necesita y te pide, para evitar que se enfade. Te sientes aislada, ya no confías en tus amigos de siempre. Tienes un malestar corporal extraño, te sientes rara, irritable. Prefieres cualquier cosa antes que una discusión de pareja. No logras dormir bien. Pierdes las ganas de hacer cosas, estás desanimada. Te sientes inútil, impotente. Has dejado de quererte.

La angustia que sientes a veces puede ser insoportable, especialmente si no sabes de dónde viene y por qué la sientes. El maltrato psicológico es muy invisible, por eso tienes que estar muy atenta a las señales, saber detectarlas, para poder parar a tiempo una situación que puede llegar a dañar tu autoestima de una manera muy profunda; o en los peores casos, evitar poner en riesgo tu integridad y tu vida, o la de tus hijos.

A continuación, te describo las señales más importantes que tienes que tener en cuenta para saber si la persona con la que quieres convivir puede estar manipulándote psicológicamente.

Primera señal: gaslighting

Se trata de una de las manipulaciones psicológicas más perjudiciales. Consiste, en resumidas cuentas, en hacerte creer que lo que dices "te lo has imaginado", "que te lo estás inventando", o que "te estás volviendo loca", o que estás teniendo "un ataque de histeria" o que eres "una dramática y sacas todo de quicio". La técnica de manipulación consiste en intentar distorsionar tu sentido de la realidad, haciendote creer que su versión de las cosas es la correcta y que la tuya no lo es. De esta forma puede negar el daño que te ha hecho, elaborar mentiras y descalificar o minusvalorar tus emociones. El sentimiento que te produce es de angustia y confusión. Esta técnica realmente puede hacer que dejes de confiar en ti misma, en tu percepción, en tu memoria.

Segunda señal: la conversación sin sentido

Esta técnica es la más utilizada para evadir responsabilidades. Apenas reprochas algo al manipulador, inmediatamente entra en un bucle de monólogos donde es capaz de traerte sinsentidos, historias para no dormir, cortinas de humo, y hasta sus traumas del pasado. Te habla de sus inseguridades, de sus miedos o te pone excusas: se hace la víctima. Se enreda en palabras vacías, en cosas que no tienen nada que ver. Pretende que cambies tu foco: que te pierdas en los detalles y abandones el punto central. O peor: te acaba convenciendo de que tienes poca sensibilidad y empatía por sus problemas, y que la culpable de todo eres tú.

Tercera señal: la generalización descalificadora

Son frases imprecisas, que no aluden a nada concreto. Se disfrazan de argumentos, pero en realidad son reproches gratuitos y sin justificar para evadir las responsabilidades. "Es que siempre quieres llevar la razón", "no puedo hacer nunca nada porque todo lo que hago te molesta", "nunca digo nada porque siempre me dices que no". Son frases muy radicales que se pueden detectar por el nunca y el siempre. Es posible que algunas sean verdad, pero en la mayoría de los casos, suelen ser exageraciones que les sirven para echarte en cara algo, especialmente cuando no saben que decir. La mejor forma de diferenciar una generalización realista de una descalificadora, además del contexto, es que quien la formula debe poder decirte casos concretos. Si cuando le preguntas por esos ejemplos, no te los sabe poner... ya sabes que está intentando manipularte.

Cuarta señal: la máscara de niño bueno

El manipulador psicológico, muchas veces, siente que le carcome la envidia por dentro, le quema. No soporta verte feliz, entusiasmado o contento por algo bueno que te ha pasado. Algunos son conscientes de que intentar sabotearte abiertamente les pondría en evidencia. Por eso muchos obtan por la crítica destructiva disfrazada con una sonrisa o con falsas frases de consuelo. El objetivo es crearte inseguridad, amargarte el momento y hacerte perder la confianza en ti mismo.

Frases que empiezan por el "sí, pero..." son sus favoritas. Siempre encuentran las pegas. No dejan pasar ni una, eso sí: siempre con una sonrisa. Y no olvidan añadir la coletilla: "pero no te sientas mal, te lo digo por tu bien" o "sabes que lo digo para ayudarte a mejorar"... pero la realidad es irrefutable: en lo que te ha dicho no hay ni rastro de crítica constructiva, ni propuestas de soluciones, ni ofrecimiento real de ayuda. Era un comentario destructivo, gratuito, disfrazado con una carita de niño bueno.

Quinta señal: amenaza encubierta

Una amenaza acompañada de gritos, insultos y un lenguaje no verbal hostil puede ser tan poco eficaz como inútil en las relaciones sociales. Puede funcionar si la otra persona tiene miedo y se encuentra sóla, pero no es eficaz en contextos sociales. En general, las personas que se ponen a gritar y pierden los papeles son mal vistas por la mayoría de personas. Por eso, los manipuladores psicológicos saben que una manera de evitar esos efectos negativos, es encubrir la amenaza con la amabilidad: así se vuelven indirectas, implícitas y sutiles. Frases como: "entiendo que pienses así, pero todo el mundo te va a coger manía si lo haces", o "tu sabrás lo que haces, yo no te quiero decir nada, pero te vas a quedar sólo", o bien "tu decides, pero Fulanito se va a sentir muy mal si no haces lo que te ha pedido", y otras similares, son algunos ejemplos típicos.

Estas formas de manipulación psicológica, y otras muchas, son perjudiciales para nuestro bienestar emocional. Estar constantemente expuesto a ellas nos vuelven inseguros, perjudican nuestra autoestima y nos fuerzan a tomar decisiones en contra de nuestros intereses y deseos. Con el tiempo podemos perder nuestra capacidad de pensamiento crítico. Si te interesa conocer más de estas técnicas para poder detectarlas a tiempo, te recomiendo que leas este otro artículo sobre la manipulación emocional.