LAS 7 PERSONALIDADES TÓXICAS DE LAS QUE DEBES ALEJARTE
En este artículo me
gustaría hablarte sobre las siete personalidades
tóxica para que puedas identificarlas y defenderte mejor de
ellas. Si no sabes aún qué es una persona tóxica, te recomiendo que leas,
antes de nada, este otro: Las personas tóxicas, descubre cómo te amargan la vida.
Antes
de empezar...
... quiero aclarar
que clasificar a alguien como tóxico no es juzgarla. Una persona tóxica es, ante
todo, tóxica para sí misma y pueden ser muchos los motivos que les han llevado
a ser así. Mi consejo es que intentes evitar el trato con esta clase de
personas. El objetivo de este artículo no es invitarte a cambiar a la gente
tóxica o a recriminarles su forma de ser: ¡esa tarea puede ser muy agotadora y
frustrante! Me gustaría que este artículo te sirviera realmente para tí, para
que encuentres tu propio bienestar, y no para que lo uses como excusa para
discriminar o ridiculizar a los demás.
Aclarado
esto... ¡Vamos al lío!
Como te he comentado
antes, hay siete personalidades tóxicas. Son las siguientes: el psicópata, el narcisista, el neurótico,
el manipulador, el parásito emocional, el dependiente y el mentiroso. Desde luego, hay personas que podrían clasificarse en
varios de estos tipos, pues las estrategias de unos y de otros son esencialmente
las mismas. Lo importante es que tengas en cuenta que lo que nos hace llamarles
personalidades tóxicas es que son así la mayor parte del tiempo, y no de manera puntual. Todos, en algún
momento de nuestra vida, nos hemos comportado de manera tóxica y eso no nos
hace tóxicos.
1. El psicópata. Es el perfil tóxico más peligroso, pero no por el motivo que imaginas. No todos son asesinos
en serie. De hecho, la mayoría de los psicópatas parecen personas normales y
hasta ocupan cargos importantes en el mundo de la política y los negocios. Es más, hasta el mítico vecino amable de toda la vida... podría ser un psicópata.
En cualquier caso, quizá te sorprenda saber que son gente muy agradable cuando los conoces por primera vez. Atraen, seducen y saben crear una buena impresión. Ganarían el primer premio al ciudadano modelo. Pero ojo, es sólo una falsa apariencia: en realidad son peligrosos
depredadores. De hecho, no tienen ninguna empatía y suelen mentir y manipular a
los demás para conseguir todo lo que se proponen. Para los psicópatas, el
resto de las personas somos como objetos y no dudarán en pisotearnos si les estorbamos en su camino. No sienten compasión, ni lástima por nadie, ni conocen la amistad ni el
amor. En efecto, son narcisistas, frios y calculadores. No les importa nada más que ellos mismos.
2. El manipulador. Saben como mover los
hilos para manejar las emociones y sentimientos de los demás y conseguir lo que
quieren. Saben como chantajear emocionalmente usando tus puntos débiles. Son
capaces de conseguir que les cuentes toda tu vida, incluso cosas que no te
gustaría decir, o incluso lo opuesto: conseguir que no digas lo que sientes de verdad por miedo a hacerles daño. La sola
idea de molestarles te puede bloquear. Lo cierto es que los manipuladores, poco
a poco, te "enseñan" a que pongas tus deseos por debajo de los suyos.
No te hará feliz, pero acabarás cediendo a su chantaje. Esto limita tu crecimiento personal y
profesional. ¿Pero sabes que es lo peor de todo? Que te sentirás culpable
cuando no les complazcas, y encima les justificarás, les excusarás... y si eso
te parece poco, cuando hagas lo que quieren, te sentirás terriblemente mal.
3. El narcisista. "Yo, mi,
mío..." Los narcisistas se dan más importancia de la que tienen en realidad
por un único motivo: son adictos a la admiración. Necesitan a toda costa
sentirse especiales y únicos. Por eso no temen exagerar sus logros o inventarse épicas aventuras y disparatadas historias sobre lo que les pasa para parecer personas más interesantes y extraordinarias. A menudo ellos mismos se las creen, pues sus propias fantasías
de éxito, poder o belleza, les vuelven pretenciosos. Sienten que lo merecen todo
sin dar nada a cambio y por eso la mayoría de la gente los percibe como
arrogantes y soberbios. Si te ven triunfar y ellos no son los protagonistas o
el centro de atención... te envidiarán, no te soportarán, necesitarán a toda
costa hacerte daño para que caigas del pedestal. Y cuando parece que nadie
les hace sombra... ¡creerán que son los demás los que les envidian a ellos!
4. El parásito emocional. Se alimentan de
tus emociones y de tu energía vital para aliviar su vacío interior y su
sentimiento de inferioridad. Se trata de personas que necesitan crean malestar
en el otro para reducir su ansiedad, frustración, envidia, vergüenza o miedo.
En general, son personas con muy baja autoestima que carecen de recursos para
hacerse valer y por eso “roban“ la
energía emocional de los demás. Llevan, en general, vidas muy aburridas y crean
a su alrededor una atmósfera de negatividad. Son muy dramáticos y quejicas,
hablan constantemente de cosas malas y te señalan, a la menor oportunidad,
todos tus efectos y errores. En el fondo, detrás de esta apariencia de persona
necesitada y vulnerable, hay una estrategia de control: todo debe hacerse a su
manera y según sus normas. Para conseguirlo usan la pena y el victimismo.
Después de estar con ellos, sentirás siempre la misma sensación: un gran agotamiento
mental y emocional, tristeza y desgaste psicológico. ¡Eso es! Te han robado
toda tu energía: son adictos a tu felicidad.
5. El neurótico. En realidad, todos somos
más o menos neuróticos. De todas formas, yo quiero hablarte de cuando esos
comportamientos son tan exagerados en una persona que le causan un grave
problema social. En general, el neurótico es una persona
con pocas habilidades en inteligencia emocional que se siente siempre
desbordada por los cambios y los problemas. La culpa, los remordimientos, la
vergüenza, la baja tolerancia a la frustración, la necesidad de aprobación, el
miedo a lo desconocido y a las normas sociales: todo ello es foco de
estrés para ellos. El neurótico se debate en un conflicto central que gira en torno a la
obligación de asumir el rol que los demás esperan de él y en torno a hacer lo que
realmente desea en la vida. Pero en el fondo de su ser, no quiere resolver ese dilema, porque supondría madurar y dejar de comportarse como un niño. Por eso se aprovecha de su inmadurez como una excusa para no cambiar nunca: echan siempre la culpa a los demás de sus
errores y decisiones y se apoyan en sus miedos e inseguridades para
justificarse.
6. El dependiente. El dependiente es la persona
que compensa su inseguridad emocional y su baja autoestima poniendose bajo el
control y cuidado del otro. Eso es lo que los hace tóxicos, porque son
inmaduros e infantiles, se invisibilizan en todas las relaciones y delegan toda
su responsabilidad y decisiones en los demás. Desconfían de sus capacidades y
habilidades, necesitan constante atención, no creen en sí mismos, son incapaces
de motivarse sólos y de tomar decisiones importantes. Su mayor temor: la
soledad, ser abandonados y deja de ser amados. Por eso son excesivamente
dóciles, pasivos e introvertidos con los demás. Evitarán siempre la
confrontación cediendo y asumiendo la culpa. No opinarán, ni dirán lo que
piensan para no ofender o crear problemas. Todo esto les hace vulnerables: no es extraño que tengan una mala imagen de sí mismos.
7. El mentiroso. Son expertos en falsear y
maquillar la realidad como vía de escape para obtener reconocimiento social.
El fin es proyectar una imagen de sí mismos y abusar de la situación, pues
induciendo una idea falsa obtienen beneficios egoistas. Eso es lo que las hace
personas muy tóxicas, pues la gente se siente estafada y manipulada por ellos.
En general, son personas que se sienten inseguras, indefensas o menospreciadas
si no adornan un poco la realidad a su favor. Son adictos, literalmente, a la
mentira, porque al hacerlo evitan reproches, críticas, castigos o asumir
responsabilidades. De este modo pueden esconder defectos y proteger, de forma temporal,
su autoestima.
Ahora
ya sabes las siete formas de ser una persona tóxica. ¿Conoces a alguien así? Si
es así, tal vez estés interesado en revisar este artículo que he escrito para
que aprendas a tratar con la gente tóxica en tu vida.
Tal
vez sea al revés. Quizá te has dado cuenta que eres una persona tóxica o que
empleas de vez en cuando estrategias tóxicas en tus relaciones sociales. Si es
el caso, te recomiendo que leas este artículo en donde te enseño a ser una persona más asertiva y a abandonar esos malos hábitos.
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