¿POR QUÉ APOYAR EL 8 DE MARZO?

El día 8 de Marzo se ha transformado en un día y lugar de encuentro para todas aquellas personas que defienden la igualdad de derechos fundamentales y oportunidades entre la mujer y el hombre. Si ese día, especialmente, se pone el acento en la mujer y ha trascendido como el "Día Internacional de la mujer" desde 1977, es por una serie de motivos históricos que en este artículo me propongo recordar. Pues quien analiza los hechos con conciencia histórica, es capaz de recordar los motivos de lo que hacemos en el presente.


No son pocas las voces que reclaman que, si hay un día para la mujer, bien haríamos, en pro de la igualdad, proclamando otro día para el varón. Pero, en mi opinión, esta afirmación viene del desconocimiento histórico de lo que sucedió, cierto 25 de Marzo, concretamente de 1911, en Nueva York (USA) y que conmovió e inspiró las sensibilidades hasta el punto de necesitar fijar una fecha en la memoria para conmemorar la lucha de la mujer trabajadora, tanto en el plano social-laboral, como en el plano del crecimiento y desarrollo personal.

¿Qué sucedió el 25 de Marzo de 1911?
Un hecho que marcó las luchas sindicales y políticas de las mujeres: un incendio en una fábrica textil llamada Triangle Shirtwaist de Nueva York, que se había declarado en huelga, unos meses antes, sin mucho éxito, para luchar por mejores condiciones laborales para las mujeres (tales como la reducción de la jornada laboral a 10 horas; un sueldo más justo, esto es: igual al de los hombres; y el fin de las pésimas condiciones de trabajo).

Es bueno recordar que en esa época, las mujeres estadounidenses no habían conquistado aún el derecho al voto (que obtendrían finalmente en 1920) y tampoco se les había reconocido el derecho de asociarse sindicalmente. Estas circunstancias agravaron más, si cabe, uno de los hechos más trágicos, jamás recordados en Nueva York, sólo eclipsado por el atentado del 11 de Septiembre de las Torres Gemelas.

Ese fatídico día, justo al final de la abusiva jornada de trabajo, en el noveno piso de la fábrica, donde trabajaban hacinadas unas 240 mujeres, con una única puerta de salida, se produjo un incendio.

Se calcula que unas 146 mujeres murieron arrasadas por las llamas, así como una veintena de hombres que las acompañaban. Las mujeres eran, en su mayoría, costureras inmigrantes, de procedencia italiana y judia, de entre 12 y 23 años de edad, muchas de ellas recien llegadas al país y con escaso conocimiento del inglés, que soportaban pésicas condiciones laborales por unas pocas monedas.

Tal circunstancia fue accidental, pero unida a las represiones policiales por las huelgas recientes, aún frescas en la memoria, imprimió la imagen del incendió en el imaginario colectivo como una demostración más de la violencia contra la mujer. Lo cierto es que los dueños de la fábrica acostumbraban a cerrar todas las puertas, salvo una, para poder revisar todos los bolsos de las mujeres, y así evitar los hurtos. Esa circunstancia, unida a una colilla mal apagada, arrojada sobre un cubo de retales, provocó el trágico suceso, que no hace más que poner de manifiesto las pésimas condiciones de trabajo y la escasa consideración por la seguridad de las costureras en su puesto de trabajo.

Este desastre inspiró una serie de medidas legislativa y sindicales que tuvieron como consecuencia una mejora de la vida laboral para las mujeres, así como la creación de sindicatos de corte internacional que se hicieron eco de esas demandas. Entre esas demandas, estaba la proclamación de un día Internacional de la Mujer, que finalmente, encontraría una fecha en el 8 de Marzo, en recuerdo a la muerte de las costureras de Triangle Shirtwaist de Nueva York.

Para entender que motivos mueven a las personas que salen el 8 de Marzo, es necesario recordar para no olvidar. Recordar, en definitiva, para no repetir los mismos errores.

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