LAS 10 SEÑALES QUE DELATAN A UNA PAREJA TÓXICA
Mantienes una
relación de pareja, pero aunque al principio parecía que todo iba bien, de
un tiempo a estar parte todo empieza a ser diferente. Las cosas han cambiado, no
sabes exactamente el qué, pero él no es el mismo de siempre.
Sientes una mezcla de confusión y miedo. También te pueden invadir
otras emociones y sentimientos encontrados:
¿Sientes que eres la
culpable de todo? ¿Tienes la energía bajo mínimos? ¿Excusas
constantemente las cosas que hace mal tu pareja? ¿Te sientes cada
vez más aislada del mundo? ¿Derrotada, triste, vacía? ¿Sientes
que no eres tú misma cuando estas con él? ¿Piensas que tal
vez tu pareja sea una persona tóxica?
Si este es tu caso, estás
en el artículo adecuado.
Espero poder ayudarte con
estas 8 señales que te ayudarán a poder detectar una relación
tóxica de pareja antes de que evolucione hacia algo peor. Sobre
las personas tóxicas ya he escrito varios artículos que también
podrían interesarte y que te recomiendo: 6 consejos para alejar de tu vida todas las relaciones que te dañan, 3 sencillos pasos para dejar de ser una persona tóxica, las personas tóxicas: descubre cómo te amargan la vida.
Primera
señal: no puedes desarrollarte personalmente en la relación
Tu pareja es tu
prioridad, nada puede ser más importante que ella:
tanto es así, que a veces te olvidas de que lo más
importante eres tú misma. Tal vez él quiera que así sea,
sintiéndose mejor cuando concentras todas tus energías en él. Y
eso muchas veces supone sacrificar desarrollo personal, felicidad,
intereses, por la supervivencia de la pareja. Cuando sientas que para
empezar una relación tienes que renunciar a quien eres, tenlo claro,
no lo dudes: están empezando con mal pie.
Segunda
señal: pierdes las ganas de vivir
Está demasiado presente.
Tienes que responder inmediatamente a todos sus mensajes para que no
se sienta mal, a las publicaciones de sus redes sociales. Te absorbe
demasiado. Tienes que dedicar cada segundo, momento, minuto y hora
libre, para él. Te absorbe la energía, tus emociones positivas, te
deja exhausta y agotada cada día.
Tercera
señal: nunca se responsabiliza de nada malo
Sientes que la culpable
siempre eres tú. Todo lo malo que sucede en la relación piensas que
es culpa tuya. Tu pareja te ha dicho que no te implicas lo
suficiente, que no le prestas atención, que hablas con otros chicos
cuando no deberías, que te pones ropa que no le gusta, que prefieres
estar a veces con las amigas antes que con él. Gastas demasiado
esfuerzo y energía en defenderte, en dar explicaciones, en intentar
convencerle de que exagera, que puede confiar en ti. Pero eso te
destruye, te frustra, te bloquea. El sentimiento de culpa es tu
debilidad, y él lo sabe. Es a partir de ese momento cuando empiezas
a ceder más de lo que deberías.
Cuarta
señal: hay una relación de poder
Él toma las decisiones,
manda, ordena, dirije. Si dice una cosa, se debe cumplir y tú debes
acatarlo. Si no, hay consecuencias indeseables: te deja de hablar,
se enfada, te grita, te insulta, ta amenaza con romper la relación.
Y como quieres evitar esa "parte" de él que no te gusta,
que es cuando se enfada: obedeces. Si entras en una relación
en la que tu pareja va a tener más control sobre tu vida que el que
tienes tú sobre tus decisiones, no des el paso: retrocede, vas de
cabeza a una relación tóxica.
Quinta
señal: las primeras señales de maltrato
Humillaciones, críticas,
insultos, relaciones sexuales no consentidas, desprecio, celos,
chantajes emocionales y manipulaciones psicológicas. Las relaciones
tóxicas de pareja pueden estar cargadas de estas pequeñas señales
que pueden ser el preludio de algo peor. Lo cierto es que en todas
las relaciones donde luego aparece el maltrato y la violencia de
género, estás señales ya están presentes casi desde el inicio.
Muchas veces nuestra inseguridad, baja autoestima, el miedo a perder
la relación, el hábito de justificar los defectos de la pareja, nos
hacen tolerar lo intolerable. Nadie merece ser tratada de esta
manera. Si estas señales empiezan a estar demasiado presentes, no lo
pienses, pide ayuda y corta la relación lo antes posible.
Sexta
señal: hay una relación basada en el control
Está obsesionado por tí.
Te presta mucha atención, quiere saberlo todo. Te pregunta dónde
estás, con quién vas. Te va a buscar al trabajo o al salir de clase.
Te pide que le envies fotos de las cosas que haces. Revisa tu móvil
y tus conversaciones.
Estas señales no son
señales de amor, sino de control. Muchas veces los puedes confundir,
porque parece que detrás de todo eso hay una preocupación por tu
bienestar y un deseo de cuidarte, pero en realidad hay una
inseguridad que tu pareja necesita compensar tratándote como un simple objeto: cuanto menos desees, pienses, hagas, digas, más seguro se
sentirá. Pero no te engañes: no te ama. En una relación de
control, tu pareja necesita anularte para no sentirte inferior. En
una relación de amor, tu pareja necesita la mejor versión de ti
para crecer como persona a tu lado.
Séptima
señal: cada vez te sientes más triste y te quieres menos
Sientes que algo no va
bien, y el cuerpo empieza a mandarte las primeras señales. No
sientes que seas mejor persona. No estás cómoda contigo misma y tus
decisiones. El cuerpo es sabio: quizá es el mejor momento para
abandonar la relación. En una relación sana queremos estar con
la otra persona porque nos sentimos enriquecidos, crecemos y nos hace
mejor persona. En una relación tóxica es justo al revés: lo que
nos atrapa es nuestro miedo, nuestra culpa, y nuestra baja
autoestima. No te mientas más. Tú cuerpo sabe una verdad que tú
no te atreves a reconocer.
Octava
señal: te aislas del mundo poco a poco
Es celoso. Y en parte te
gusta que lo sea: crees que es una muestra de amor. Te quiere
para el sólo, te necesita. Te hace creer que es culpa tuya que se
sienta engañado y traicionado si pasas tiempo con otras personas. Te
va acaparando, encerrando en casa. Puede intentar que dejes tu
trabajo, o que no empieces a trabajar nunca. Te promete que sólo él
cuidará de ti. Buscará los fallos y defectos en todos los demás,
sus errores. Te dirá que no debes confiar más en ellos. Si todo
esto te parece bien y cedes, es por un motivo: confundes la
posesividad con el amor.
Una relación tóxica de
pareja no es un juego, sino algo peligroso y a tomar en serio,
especialmente entre las nuevas generaciones de gente joven y
adolescente. Muchas mujeres cometen un grave error que las puede
condenar: intentar cambiar a su pareja, ayudarle a dejar de ser
tóxico. Lo que hacen, sin saberlo, es entrar en una dinámica
peor: pues pasan a ser como sus madres, sus cuidadoras y no sus
compañeras de vida. Suena duro, pero la mejor solución en estos
casos suele ser cortar con la relación lo antes posible y no
volver a entablar contacto con la persona. No suelen querer
cambiar. Es más, muchas veces lo prometen, que cambiarán, para
tener una segunda oportunidad, pero es sólo para manipularte, para
evitar que te vayas y vivas tu propia vida.
No te dejes engañar.
A la mínima señal de maltrato, pide ayuda. Nunca tomes estas
decisiones sola. Compártelo con familiares, amigos, con asociaciones
de la mujer. No tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar.
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