AÑO NUEVO, VIDA NUEVA: 5 PASOS PARA LOGRAR TUS PROPÓSITOS DE FIN DE AÑO

Mira la fecha del calendario: ya falta cada vez menos para que empiece el año nuevo. Cada familia tiene sus costumbres en este día tan especial. Tal vez hagas lo mismo que en otras ocasiones: celebrarlo en ese restaurante que tanto te gusta, en casa con tus seres queridos o comiendo el tradicional plato estrella que corona el fin de año en casa de tu madre. O puede que decidas romper con lo anterior y probar cosas nuevas: celebrarlo en el extranjero, con tu nueva pareja o con familiares que hace muchos años que no ves. 

Sea como sea, seguramente haya algo que no cambie nunca: los propósitos que te vas a plantear para el próximo año. Algunos de los más populares son: bajar de peso, dejar de fumar, ir más al gimnasio, hacer cosas nuevas, viajar al extranjero o vivir más relajado

Es una oportunidad muy estimulante para cambiar, para apartar de nuestra vida esas grises y aburridas rutinas y acercarnos cada vez más a esa persona que queremos ser en el futuro. Pero seguro que ya conoces el resultado. La motivación de Enero desaparece, poco a poco, a medida que va terminando Febrero, y de nuevo, te das cuenta que todo el esfuerzo ha sido en vano y que sigues siendo la misma persona que eras antes, haciendo lo mismo de siempre: año nuevo, hábitos viejos.


¿Te suena esta situación? ¿Te gustaría realizar los propósitos de este año de una vez por todas? ¿Estás ya cansado de frustrarte a la primera de cambio y no lograr lo que te propones? En este artículo quiero hablarte sobre los 5 pasos que debes hacer a partir de ahora para hacer realidad tus nuevos sueños.

Piensa en tus nuevos propósitos
La amplia mayoria de personas renuncia a sus propósitos de año nuevo en la primera semana de Enero. Suena duro, pero es la realidad. Algo está pasando aquí. Personalmente, me niego a pensar que sea porque la mayoría de la gente no tiene fuerza de voluntad. Lo que pienso es que la gente no formula sus objetivos de una manera motivante, y por eso pierden las ganas a la primera de cambio. Te propongo que reflexionemos sobre eso que te está fallando. Toma papel y lápiz. Empieza a escribir ahora una lista de objetivos para fin de año.

¿La tienes? Bien, ahora quiero que reflexiones detenidamente sobre ellos. Para ayudarte te propongo las siguientes preguntas:

¿Se trata de propósitos muy poco realistas o demasiado exigentes?
¿Son demasiados propósitos que tendrás que hacer a la vez?
¿Esperas soluciones rápidas sin esfuerzo?
¿Te has centrado más en los resultados que quieres y no en cómo vas a lograrlos?
¿Hasta que punto son tuyos esos propósitos? ¿Hasta que punto los quieres de verdad?

Cuando nuestras metas son demasiado exigentes, visualizamos un camino demasiado largo y complicado. Nuestro cerebro está diseñado para buscar siempre el resultado más óptimo con el menos esfuerzo posible. Tú no eres una excepción: el agobio ante lo extremadamente dificil te hace renunciar antes de tiempo. Más aún, si te propones demasiadas cosas y te saturas con muchos propósitos a la vez. Aceptémoslo: tienes trabajo, familia, responsabilidades, necesidades de ocio, amigos de los que ocuparte. El tiempo del que dispones es escaso, y no puedes hacerlo todo de una sentada. Si pretendes abarcar demasiado, tu cerebro va a interpretar inmediatamente tus objetivos como imposibles, y no los lograrás nunca.

Si este no es tu caso, tal vez se trate de la forma en la que vives la frustración. Me explico. A veces esperamos resultados inmediatos para un cambio que requiere tiempo y maduración. Piensa en tus propósitos. Muchos de ellos, incluso los que parecen más insignificantes, implican adquirir hábitos nuevos, abrirte a situaciones nuevas y aprender a gestionar emociones y pensamientos que podrían sabotearte. Cada vez que intentamos salir de nuestra zona de confort, nuestra autoestima se pone a prueba, y eso nos crea incomodidad. Deseamos que esta situación acabe pronto pero no es posible. Hay que mentalizarse de que tendrá su coste en tiempo y esfuerzo, y que nos equivocaremos muchas veces en el camino y tendremos que re-plantearlo todo de nuevo varias veces.

Algo similar sucede cuando te centras más en los resultados que quieres y no tanto en el proceso para conseguirlos. Esto tiene bastante que ver con las metas poco realistas y demasiado grandes. Lo qué queremos conseguir es importante, pero el cómo lo es mucho más, porque es lo que nos acerca al resultado.

Pero lo que tal vez sea más importante es si realmente se trate de un propósito que queremos. Puede sonar raro, porque es un deseo que tú mismo has escrito en la hoja que te he pedido. Me podrías preguntar: ¿de quién iba a ser si no? Pero detente a reflexionar un momento. Te voy a proponer que hagas algo. Cierra los ojos y visualízate habiendo cumplido ese objetivo. Intenta imaginarlo. Bien, ¿lo tienes? Perfecto, ahora piensa en los resultados que obtendrás una vez que lo hayas logrado. Intenta imaginarte las cosas que oiras, que verás y que sentirás. Intenta que sea lo más vívido posible. ¿Ya lo has hecho? Ahora viene mi pregunta: ¿te sientes cómodo con esa idea? ¿sientes que te motiva ese objetivo, o que te gustaria que ese objetivo te resultara motivante? ¿es lo que realmente quieres o es lo que le gustaría a los demás que hicieras?

Bien, si estas reflexiones te han ayudado a entender que falla en tus objetivos, ha llegado el momento de cambiar. Aquí te dejo los 5 pasos prometidos:

Primer paso: centrate en un sólo propósito cada vez.
Segundo paso: transforma ese propósito en acciones simples y sencillas.
Tercer paso: piensa en las acciones que puedes hacer ahora mismo para empezar.
Cuarto paso: piensa si tienes todo lo que necesitas para ser constante.
Quinto paso: empieza ahora mismo, sin excusas.

¡Para terminar, en nombre de todo el equipo de EuForte,
queremos desearte un próspero año 2019!

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