¿ESTÁS PASANDO UNA MALA RACHA? ESTOS 5 CONSEJOS TE LEVANTARÁN EL ÁNIMO

¿Cuánto te quieres hoy a ti mismo? Sí, quiero empezar con esta pregunta porque pretendo que ahora te centres en el momento presente. Deja de pensar en las preocupaciones. Focalízate en tu cuerpo y en tus sensaciones. Centrate en el aquí y el ahora. Vuelvo con la pregunta: ¿Cuanto te quieres ahora mismo? ¿Justo en este instante? ¿Mucho o poco? Bien, si hoy es uno de esos días en los que te sientes lo peor del mundo y mandarías todo a la mierda, creo que este artículo está hecho para ti y te puede inspirar para encontrar soluciones.

Estás en el lugar indicado.
 
Vamos a intentar poner punto final a esos bloqueos que te amargan la vida. Quiero ayudarte a que te sientas bien contigo mismo y a que te saques esos pensamientos limitantes y negativos de la cabeza. ¿Quieres rescatar tu autoestima del pozo negro y estar un poco mejor el resto del día? ¿Qué te parece si nos ponemos manos a la obra? Si tu respuesta es afirmativa, ahí van mis 5 consejos para que vuelvas a tener las fuerzas que necesitas para luchar por lo que quieres.


Primer consejo: recuerda tus éxitos y aprende de los fracasos
Nos centramos demasiado en los problemas y al final los errores del pasado nos acaban esclavizando. Pensar sólo en los fracasos, en las cosas que hacemos mal, manda un mensaje a nuestro cerebro: que no hacemos nada bien. El pasado ya no se puede cambiar. Desearlo nos bloquea, porque nos deja impotentes ante algo sobre lo que no tenemos control. Es un mal objetivo. Te propongo que rompas con eso de raíz. Es una espiral que te hace daño: necesitas centrate en lo que TÚ puedes hacer HOY para mejorar tu futuro. Vamos a ello: toma papel y lápiz y empieza a anotar todas esas cosas que te están atormentando. Piensa en esa hoja como un punto final. Vas a sacar fuera de tu mente todas las cosas que ya no puedes cambiar y les vas a decir adiós. Haz una bola de papel y quémala. No te permitas volver a pensar en ellas. En su lugar, vas a anotar en otra hoja todas las cosas que has hecho bien estos últimos días y esa hoja es la que vas a llevar contigo siempre a todas partes. Cuando te sientas triste o decaido, vuelve a leerla y recordarla.Verás cómo empezarás a sentirte muchísimo mejor a partir de ahora. 

Segundo consejo: recuerda que eres único e irrepetible
Todos tenemos algo especial que nos hace únicos y especiales. Cuando estás en esos momentos bajos, sueles pensar que no, que tú no vales nada y que no tienes nada bueno que ofrecer al mundo. ¿Te cuento un secreto? ¡Es falso! No te preocupes por esos atributos o cualidades de los famosos, o de esa gente popular que parece que es admirada por todo el mundo. Muchas veces son sólo fachada. No te compares con ellos. No pretendas ser como ellos. Aspira a ser la mejor versión de ti mismo. Tampoco te conformes con quien eres ahora: puedes dar mucho más si te atrevés a desafiar tus límites. Piensa en todas esas cosas que te hacen afortunado: tu familia, tus amigos, tu mascota, tener un hogar, disfrutar de una buena serie o película. La felicidad está en las cosas pequeñas del día a día y en saber apreciar las cosas buenas que ya tienes. Nunca te olvides de ellas: son tu gran punto de apoyo.

Tercer consejo: no te centres en el problema, sino en la solución
Estoy seguro que tu problema tiene un origen. Y ese origen lo conoces a la perfección. Quizá en el cole te trataban mal y ponían motes humillantes, tus padres no te animaban a luchar por lo que te gustaba, o tus parejas sentimentales sabotearon tus deseos o en tu trabajo no contaban nada tus necesidades y emociones. Conocer la causa de nuestra baja autoestima nos ayuda a conocernos, pero no es suficiente para cambiar. Es necesario que empieces a identificar tus pensamientos negativos y las estrategias que usas para afrontar el día a día y empieces a hacer cosas diferentes a las que estás haciendo ahora. Si esta segunda parte falta, caerás en el victimismo y te sentirás cada vez peor. Tus fallos o las cosas malas que te han pasado las puedes convertir en una excusa para no avanzar, y lo que quieres es salir del pozo, no hundirte más en él.

Cuarto consejo: conoce tu justo valor
Hay una cosa que es verdad: cuando nos sentimos bien, tendemos a sobrevalorarnos, pero cuando nos sentimos mal, tendemos a minusvalorarnos. Sin embargo, ¿sabes que valor tienes en realidad? ¿se te ocurre alguna forma de descubrirlo? Te propongo un ejercicio sencillo. Toma un papel y lápiz y dibuja una tabla con dos columnas y dos filas. En un espacio vas a anotar cinco Fortalezas. En otro vas a anotar cinco Defectos. En el tercero, vas a anotar las situaciones que te pueden ayudar a mejorar (Oportunidades) y en la última vas a anotar las situaciones que te dan miedo y te bloquean (Amenazas).

Tiene que quedarte un cuadro parecido a este:


Se honesto. Si tienes cosas buenas, las tienes, no le dés más vueltas, no te sabotees: anótalas. Es posible que te resulte más fácil pensar en tus Defectos que en tus Fortalezas. Si esto es así, es porque normalmente te fijas más en las primeras que en las segundas. No te preocupes, date tiempo, poco a poco irán saliendo tus puntos fuertes. Una vez tengas ambas columnas escritas, quiero que pienses en tus puntos débiles un momento. Quiero que hagas ahora con ellos lo que antes hacías con tus fortalezas: ¡Sabotearlas! Pon empeño en buscar algo positivo en tus defectos, lo que sea, hasta la cosa más insignificante. Quiero que seas tan implacable o más, como cuando piensas contra tus Fortalezas. En serio, ¡no tengas piedad!

¡Quizá te sorprendes y los defectos que piensas que tienes no son para tanto y se pueden corregir fácilmente!

Cuando termines, tienes que rellenar los dos espacios que faltan. Esta parte también es importante. Conocer qué situaciones o cosas nos pueden ayudar a mejorar nos ayuda a potenciar nuestros talentos: saca pecho y explota esas oportunidades. Poner nombre a las amenazas tiene el mismo efecto, pero a la inversa: nos prepara para afrontar situaciones en las que seremos vulnerables. Una vez hayas terminado, interioriza muy bien la tabla para ponerla en marcha en tu día a día. Apóyate en tus Fortalezas, corrige tus Defectos, aprovecha tus Oportunidades y afronta las Amenazas.

Quinto consejo: quítate las cargas de la mochila
Llevas demasiado tiempo cargando sobre tus hombros muchas cosas que no te gustan y por alguna razón has aguantado, a pesar del profundo daño que te hacen: ese trabajo que no te llena, esa gente tóxica a tu alrededor que te amarga la vida, esa forma de ser que te desagrada, esos hábitos que te gustaría cambiar...

Ha llegado el momento de poner punto y final a esa carga emocional que a veces no te deja respirar. Es el momento de que sueltes todas esas cosas que te roban la energía y las ganas de vivir. Toma papel y lápiz y anota todas esas cosas que te hacen sentir mal, que te restan, que te hacen sentir inferior. Una vez tengas claras cuales son, escoge un par de ellas y empieza a pensar como cambiarlas para siempre.

Espero que estos consejos te sirvan para mejorar tu autoestima y te ayuden a salir de la mala racha que estás atravesando. La clave de una vida feliz es tener una autoestima fuerte e incondicional: que nos amemos a pesar de todo, y que nuestro amor por nosotros mismos nunca flaqueé. Si crees que este artículo puede ayudar a alguien de tu entorno que está pasando por un mal momento, no dudes en compartirlo.

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